La pandemia nos ha enseñado mucho más de lo que creemos en una primera mirada. En estos años hemos aprendido mucho sobre un virus, sobre la ciencia, sobre nosotros y sobre el cuidado, algunas de las frases de Raúl Allín, odontólogo, Presidente de la Federación Argentina de Colegios de Odontólogos.
Pero también hemos incorporado cuestiones que tienen que ver con la legislación, sobre cómo tratar con las personas que no quieren vacunarse, entre los cuales hay profesionales de la salud. Además, está el rol de los Colegios de profesionales que tienen que velar por el ejercicio de la profesión de sus colegiados, su capacitación permanente, resguardando la armonía y los derechos y obligaciones de cada parte. Las vacunas llegaron en tiempo record, demostrando su eficacia y eficiencia. Los millones de dosis inoculados son prueba irrefutable de EVIDENCIA científica. Junto al barbijo, han sido las dos barreras que nos están preservando.
Todo esto trajo, además, consecuencias que deben ser analizadas. Situaciones que deben ser comprendidas y cuya resolución exige mente abierta, decisión e inclusión.
“Al comenzar la pandemia, los odontólogos no éramos considerados profesionales de un servicio esencial, y de riesgo, con lo cual no pudimos trabajar libremente hasta el mes de junio del año 2020”, recordaba ante rosario3.com Raúl Allín, Secretario del Colegio de Odontólogos de la provincia de Santa Fe, 2da circunscripción y, al mismo tiempo, presidente de la Federación Argentina de Colegios de Odontólogos.
El facultativo se remonta a los primeros día de la pandemia y sus primeras restricciones: “A partir de allí y respetando las recomendaciones y medidas de seguridad que dictara el Ministerio de Salud de la Nación, las que aún hoy se mantienen vigentes, retomamos nuestra labor con nuevos paradigmas.
Los odontólogos, por nuestra misma formación, por el cuidado del paciente, la del personal que lo atiende y por el sitio donde trabajamos, incorporamos todas las medidas de bioseguridad necesarias para la seguridad del paciente, la nuestra y la de nuestras familias. Y esta forma de trabajar la fuimos construyendo desde mucho antes de esta pandemia. Nuestros consultorios es lo más parecido a un quirófano.
Otros virus como los responsables del HIV, de la gripe H1 N1, nos fueron enseñando. Por esto y por el trabajo que realizamos a diario, fue incorporada la odontología como práctica profesional de alto riesgo y las Recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación avaladas bajo decreto presidencial, son las guías que rigen nuestra labor desde junio de 2020. De acuerdo a ellas preparamos nuestros consultorios y los recaudos necesarios para ejercer el acto odontológico.
La atención de la odontología en los consultorios privados permitió descomprimir el requerimiento a los centros públicos de Salud, afectados a la atención prioritaria de los pacientes infectados que requerían internación.
Los odontólogos pudimos atender bajo estrictas normas de seguridad a la población en plena pandemia, adecuándonos a las normativas emanadas por la autoridad sanitaria de la Nación. La que se ofrece es una práctica segura, fue declarada “servicio esencial”, se viene desarrollando desde junio de 2020 cuando todavía no contábamos con las vacunas. Las recomendaciones ayudaron a evitar contagios en el ejercicio de la odontología.
Por todo esto instamos que, mientras las vacunas no sean obligatorias por ley, no se tomen medidas restrictivas, que se usen la evidencia, que se le permita trabajar al odontólogo aun si no cuenta con las
vacunas, ya que éste al igual que todos los odontólogos encararán su práctica con todas las medidas de seguridad exigidas por el Ministerio de Salud de la Nación.
Como representantes de FACO, la Federación Argentina de Colegios de Odontólogos, hemos participado en diciembre pasado de una reunión presencial del Consejo Consultivo de Salud Buco dental. El Ministerio de Salud de la Nación reunió a todos los Directores Provinciales de Odontología del país, a todos los Decanos de las facultades de odontología del país. Estuvo presenta la CORA, Confederación Odontológica de la República Argentina, AFORA, Asociación de Facultades de Odontología de la República Argentina, en la misma se intercambiaron opiniones y propuestas para mejorar el ENTENDIMIENTO y el SERVICIO A LA COMUNIDAD. Y buscar que las recomendaciones sean sostenidas porque son la garantía de las prácticas seguras. Nos apartamos de la polémica sobre las vacunas, poniendo el énfasis en comunicar que nuestro servicio es una profesión de riesgo que se realiza con todas las normas y cuidados de la bio seguridad.
En el interior hemos sido capaces de articular lo público con lo privado, ámbitos en los cuales, los profesionales respetamos las prácticas realizadas con todos los elementos de bioseguridad para todos por igual. Lo que garantiza esto es que desde el primer momento mantenemos todas las medidas de bioseguridad, como si estuviéramos siempre en fase uno.
Lo que no se debe es interrumpir la consecución de trabajos buco dentales, debemos evitar las consecuencias de no completar esos trabajos que la pandemia no debería interrumpir para evitar que progresen ciertas patologías bucales.
*Raúl Allín, odontólogo, Presidente de la Federación Argentina de Colegios de Odontólogos. Secretario del Colegio de Odontólogos de la provincia de Santa Fe, 2da Circunscripción.
Fuente: Rosario3
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