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El cometa 3I/ATLAS, descubierto el 1 de julio de 2025, mostró un aumento de brillo sin precedentes al acercarse al Sol, lo que desconcierta a los científicos sobre su origen y composición.

El cometa interestelar 3I/ATLAS, que se originó fuera de nuestro sistema solar, realizó su paso más cercano al Sol, experimentando un aumento de brillo dramático y rápido. Este fenómeno ha dejado perplejos a los científicos, quienes buscan entender las causas de esta actividad extrema.

Descubierto el 1 de julio de 2025, 3I/ATLAS es solo el tercer cometa interestelar registrado y se encontraba en una trayectoria que lo acercaría al Sol sin colisionar con él. A medida que se aproximaba a su punto más cercano (perihelio), el intenso resplandor solar dificultó su observación desde telescopios en la Tierra. Por ello, los astrónomos recurrieron a observatorios solares espaciales como SOHOSTEREO-A y GOES-19 para monitorear el cometa.

En un artículo publicado en el servidor de preprints arXiv, los investigadores confirmaron que, a medida que el cometa se acercaba al Sol, su brillo aumentaba a un ritmo acelerado, más extremo que cualquier otro observado en cometas anteriores. Normalmente, estos cuerpos helados tienden a iluminarse lentamente a medida que se calientan. Sin embargo, 3I/ATLAS mostró un color azul, lo que sorprendió a los científicos, ya que los cometas suelen ser rojos debido a la reflexión de la luz solar por el polvo.

Los investigadores indicaron en su estudio: «Nuestro análisis preliminar de estos datos sugiere que el cometa probablemente emergerá de la conjunción considerablemente más brillante de lo que entró, con una magnitud geocéntrica extrapolada de aproximadamente 9 en el perihelio, posiblemente impulsada por una emisión de gas visible prominente».

El comportamiento extremo del cometa ha llevado a los autores del estudio a proponer varias explicaciones. Una de ellas sugiere que el aumento de brillo podría deberse a una gran erupción de gas que emana del cometa. Esto se apoya en el hecho de que la luz del gas era azul y lo suficientemente intensa como para superar la reflexión del polvo. Este color es indicativo de moléculas como el carbono que brillan intensamente al ser calentadas por el Sol.

Otra posible razón podría ser la composición única de 3I/ATLAS. Los investigadores encontraron que su composición química difiere de la de los cometas en nuestro sistema solar, presentando un mayor contenido de dióxido de carbono, más hielos volátiles (lo que podría explicar las erupciones de gas) y metales inusuales.

Aunque aún no se tienen respuestas definitivas, habrá otras oportunidades para estudiar este cometa inusual. A medida que se aleje del Sol, los telescopios terrestres podrán asumir el control para realizar estudios más detallados.

Fuente: Cadena3.com