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Se lanza en septiembre en la Universidad de Palermo. promete revolucionar la forma en que consumimos café. 100% autónomo, opera dos brazos y prepara café con precisión milimétrica. 

Un equipo de emprendedores argentinos presentó el primer robot barista del país, un desarrollo que fusiona robótica de alta precisión con la pasión por el café de especialidad. El innovador sistema, llamado Bot My Coffee, será presentado oficialmente a mediados de septiembre en la Universidad de Palermo, y busca posicionarse como un nuevo modelo de cafetería autónoma, ideal para espacios concurridos como shoppings, aeropuertos y tiendas comerciales.

El robot fue desarrollado por un equipo liderado por Mariano Kott, egresado de la carrera de informática de esa universidad, junto a socios con más de una década de experiencia en robótica industrial, como representantes de Epson Robotics en Latinoamérica. A diferencia de otras máquinas de café automáticas, este robot trabaja con los mismos instrumentos que utilizan los baristas profesionales, y además puede ofrecer una amplia variedad de preparaciones con un nivel de detalle sorprendente.

Bot My Coffee cuenta con dos brazos robóticos con seis ejes de movimiento, lo que le permite realizar todas las tareas de un barista humano: desde la molienda del grano en el momento hasta la emulsión de leche refrigerada, la preparación del café filtrado y la decoración final con arte latte, incluyendo el clásico corazoncito en la espuma.

“Adaptamos la robótica de precisión al mundo del usuario común”, explicó Kott en Siempre Juntos por Cadena 3 Rosario. “Fue un desafío lograr que el robot interactúe con las máquinas de café tradicionales y reproduzca movimientos humanos, incluso con mayor precisión”, agregó.

Además del café, el robot también puede despachar cookies y otros acompañamientos. Todo el proceso es completamente digital: el cliente realiza el pedido desde una pantalla y paga mediante QR, tarjeta o contactless.

El robot barista está pensado como una franquicia plug and play: el módulo viene listo para funcionar, con todos sus componentes (máquinas, pantallas, software y los dos brazos robóticos). Su diseño está optimizado para ocupar un espacio de aproximadamente 9 metros cuadrados, similar al de un kiosco o una pequeña isla en un centro comercial.

Con un costo estimado entre 120 y 130 millones de pesos argentinos (alrededor de 100.000 a 110.000 dólares), la propuesta apunta a un recupero de inversión en menos de un año, según los cálculos de los desarrolladores. El modelo incluye soporte técnico, actualizaciones planificadas (como una app para pedidos anticipados y tótems interactivos), y suministro constante de insumos como café, leche y siropes.

Aunque podría pensarse que iniciativas como esta ponen en riesgo el trabajo de los baristas, desde Bot My Coffee aseguran que no buscan reemplazar al Café de Autor, sino ofrecer una alternativa de alta calidad para entornos donde la automatización es una ventaja: lugares de gran circulación, horarios extendidos o comercios no gastronómicos que quieran sumar una experiencia diferencial.

“El café que prepara el robot es comparable al de una cafetería de especialidad”, destacó Kott. “Muele el grano en el momento, trabaja con leche fresca y permite combinaciones que van desde lo clásico hasta opciones con dulce de leche o pistacho”.

El proyecto ya generó interés en diferentes puntos del país, incluyendo Córdoba, Mendoza y Rosario, y el equipo espera cerrar acuerdos para instalar unidades en nuevos espacios comerciales.

Entrevista de Alberto Lotuf.
Fuente: Cadena3.com